domingo, 1 de agosto de 2010

I like it

Hola.
Acabo de ver este vídeo:



La primera vez juro que ha sido accidental.
La segunda vez porque sospechaba que lo que calzaba Enrique eran unas Panama Jack.
La tercera para ver como Enrique se alzaba en barras de bar con el efecto "palante-patrás".
La cuarta... la cuarta ya no tiene excusa... esta canción es un temazo. Sacan lo valenciano que llevo dentro. Y me dan ganas de bailar como la gente que está en el vídeo, así como haciendo el berzotas.

Bueno, hoy es mi último día de vacaciones de mi tercera semana de vacaciones (aún me queda otra mas).
Llegué anoche de Valencia. Esta vez no hubo "clase preferente", así que no bebí ni un vaso de agua en el tren.
Mis últimos días estuvieron cargados de sentimientos encontrados como bien le dije a la Lupas antes de que me acompañase a la estación... ¿Y SI ME VOLVIESE?

No lo voy a hacer, al menos por el momento no me lo planteo como algo en firme. Pero siempre que estoy mas de dos noches en Valencia me asalta esa pregunta.
Aunque como ayer, llego a mi casa, veo la cantidad de porquería que tengo acumulada y el hecho de pensar en una sola mudanza mas me entran mareos.
Así que hasta que no consiga una Green Card para irme a EE.UU. y poder bailar en un video clip de Enrique Iglesias, me quedo en la capital del reino.

En mi jueves valenciano quedé con Cristina, que es amiga desde que íbamos al colegio... ¡qué digo colegio!¡guardería!
Me enseñó la casa que se está reformando (y a la que espero ser invitada a cenar cuando este terminada) y yo a cambio le estuve soltando un discurso totalmente gratuíto sobre la sociedad actual y mi preocupación acerca de que la gente joven que sale en la tele es la gente que va a tener que pagar mi jubilación el día de mañana y los temblores que eso me produce.

Creo que la culpa la tuvo el tinto de verano que me pedí. Que debía estar hecho con un vino que te emborracha sin que te des cuenta o algo así, pero el vaso costaba siete euros.
Luego me fui a Ruzafa, a casa de los Expósito-Villaescusa.
Juan iba a preparar unas quiches de receta francesa, que le quedaron excelentes, pero la base un poco pegada. Como mi pollo en salsa. Que me ha quedado muy bien, pero un poco pegada la salsa a la cazuela.

Aquí aún no sabeis lo que pasó después.

Luego nos bajamos a la calle. Unos a pasear a Banana, otros a coger un taxi, otros a coger su bici para ir a casa.
El único que no pudo cumplir con su cometido fue Juan, que era concretamente quien se desplaza en bici por Valencia porque se la robaron.
Esther tiene sus teorías sobre quien fue. Por lo visto unos vecinos suyos no comunitarios estrenan bicis todas las semanas. Es sospechoso.

A pesar de los reveses que da la vida, Juan siempre sonríe.

El viernes visité a Jordi Cruasán en su magnífica tienda de ropa de segunda mano en el barrio del Carmen en Valencia que os aconsejo que vayais porque tiene ¡cosas rebajadas! (publicidad: http://www.facebook.com/pages/Valencia-Spain/Mies-Felj-Vintage-Valencia/51081481535)
Una de cada tres veces que le digo a Jordi que voy a ir a verle es verdad.
Esta vez le dije que le avisaría por la tarde para tomar una cocacola, pero no lo hice, porque por la tarde tuve otro encuentro con un compañero del colegio al que le confesé quince años después que un niño del colegio me caía mal porque una vez me dio un balonazo en la cara que me incrustró el cráneo entre dos barrotes y unos años mas tarde le dio por llamarme afro por los pasillos, sin ser yo nada de eso.
Aquí podeis seguir la trayectoria deportiva de ese chaval que tanto odié: http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADbero_Parri

Es sábado como remate final de mis vacaciones quedé con Carlos para hacer compras del hogar en las rebajas de Hábitat, Zara Home y Bañón y me despido adjuntando una foto de mi nevera tal y como está decorada.

horror vacui.

¡hasta luego!

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