chiste vintage y fácil
Se me han roto los auriculares del ipod.
No eran los originales, eran unos que me compré el verano pasado de los que se introducen totalmente en el oído y se van cayendo todo el rato.
Así que no me ha dado pena, ni rabia, ni ningún tipo de sentimiento relacionado con los campos semánticos del odio o la tristeza.
El caso es que me he ido a la fnac a comprarme unos nuevos y debo advertiros que los chavales de Green Peace (pis verde) ya no estan en la calle Preciados.
¡¡Estan en la calle del Carmen!!
He tomado la que probablemente sea la segunda opción y un poco mas larga de google maps para llegar a la fnac con tal de evitarles y me ha salido mal, pero bueno... he hecho parecer que mis auriculares no tenían ningún problema y que realmente estaba escuchando música, he sonreído y he dicho NO.
Luego, según lo tampoco previsto, he entrado a mas tiendas (pero de ropa y complementos) y me he comprado un vestido, una falda y un lápiz de ojos.
Luego he regresado a mi barrio andando (con sus diferentes ofertas de pillar hachís en puntos clave de mi trayecto) y a la intimidad de mi hogar.
No eran los originales, eran unos que me compré el verano pasado de los que se introducen totalmente en el oído y se van cayendo todo el rato.
Así que no me ha dado pena, ni rabia, ni ningún tipo de sentimiento relacionado con los campos semánticos del odio o la tristeza.
El caso es que me he ido a la fnac a comprarme unos nuevos y debo advertiros que los chavales de Green Peace (pis verde) ya no estan en la calle Preciados.
¡¡Estan en la calle del Carmen!!
He tomado la que probablemente sea la segunda opción y un poco mas larga de google maps para llegar a la fnac con tal de evitarles y me ha salido mal, pero bueno... he hecho parecer que mis auriculares no tenían ningún problema y que realmente estaba escuchando música, he sonreído y he dicho NO.
Luego, según lo tampoco previsto, he entrado a mas tiendas (pero de ropa y complementos) y me he comprado un vestido, una falda y un lápiz de ojos.
Luego he regresado a mi barrio andando (con sus diferentes ofertas de pillar hachís en puntos clave de mi trayecto) y a la intimidad de mi hogar.
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